Abril
Ojalá, abril, seas el mes de la libertad.
Pero, mientras se suceden los días, en este tiempo congelado de calles vacías, ayúdame a recordar:
La voz de quienes quiero, ese precioso sonido.
Cómo un aplauso sostenido, unas miradas cómplices y la cita puntual por una causa humana generan el emocionante sentimiento de comunidad.
La obra de arte colgada en la ventana de enfrente, ese arcoíris pintado por una mano infantil.
Descubrir las historias de vida reflejadas en un rostro anciano.
Oler las páginas de un libro, viejo o nuevo, volver a conceder tiempo a las palabras.
Que la belleza también estaba ahí, en el brote de pequeñas hojas verdes en un descuidado Ficus.
Ojalá, abril, seas el mes de la libertad. Pero si no lo eres, ayúdame a recordar.