El miedo de mi familia pudo más
Espero la llamada de mi tía y de mis primas para celebrar el Nuevo Año, pero no llega. Pasé la Noche Buena con mi hijo, cenamos algo rico, un poco especial, pero sencillo, y nos quedamos charlando de ciencia (es lo que más le gusta y yo encantada) hasta casi las 11:45 de la noche. A esa hora me fui a acostar, como cada día. Después vino Navidad, Noche Vieja, Año Nuevo y Reyes, que pasaron como el resto de días del calendario. Me hubiera gustado disfrutar de la copa de champán a las 00:01 de Año Nuevo, como siempre, pero el miedo de mi familia pudo más.